domingo, 16 de marzo de 2008

Introducción

Los argentinos estamos hartos del ultraje al que nos vemos sometidos diariamente por un minúsculo grupo de profesionales de la protesta. Si bien nuestra Constitución Nacional consagra el derecho de peticionar a las autoridades y las leyes acuerdan el derecho de los trabajadores a manifestar sus reclamos hasta el extremo de decretar la huelga del gremio afectado, el piquete es una medida que atropeya abiertamente a todo el pueblo, desconoce la invasión en los derechos de los ciudadanos, los ataca abiertamente y cuenta con el apoyo y sustento, no reconocido, de todos los gobiernos. Qué sugieren que se puede hacer?

Parece difícil que los pacíficos encontremos algún arma para combatir a los expertos sicarios. Más que difícil, parece suicida intentar ponerse a la altura de los pistoleros y retarlos con los ojos vendados. Pero hasta cuando vamos a permitir el atropeyo consentido por los gobiernos inútiles, incapaces de hacer cumplir la ley?

Los piqueteros tomaron relevancia en la sociedad argentina porque ninguna autoridad le hizo cumplir la ley como nos la hacen cumplir a los respetuosos. Si ponés la radio un poco alta, tu vecino te denuncia por ruidos molestos y es seguro que algún milico te va a tocar el timbre y te va a conminar a que la bajes y la verdad que está bien que seas conminado a ser respetuoso si cometés algún desliz de este tipo. Ahora si un grupo piquetero decide de la noche a la mañana cortar una ruta, un puente, una calle, etc. paralizando el desarrollo normal de un país, perjudicando a miles de inocentes (siempre son más a los que perjudica que a los que supuestamente pretende beneficiar), entonces ninguna autoridad aparece para castigar la alteración del orden público que es un delito bastante serio.

Podemos aceptar la excusa que el gobierno tiene temas más importante para ocuparse? Claro que no. Ningún temas es más importante que mantener el orden público. Por qué no se ocupan, entonces? Es sospechoso, no?

No olvidemos algunos casos emblemáticos. Delía, Castells, la Piccolotti. De piqueteros pasaron a ser próceres de la República. Autoridades, dentro y fuera del gobierno.

Necesitamos ideas y por eso la aparición de este blog.

Espero ser leído y cautivar la convocatoria de los que están tanto o más furiosos que yo con la desidia y desprecio con que somos tratados los argentinos en nuestro país.

Bienvenidos a los que tengan algo que decir!

Saludos,

Carlos